La llegada de un hijo puede ser uno de los momentos más especiales de la vida de una persona, y aunque no lo creas, también un tiempo de ruina económica innecesaria. El caso es que todo el mundo suele gastar dinero de forma inútil cuando está esperando que su hijo llegue al mundo, sobre todo si se trata del primero, y por eso es que queremos enseñarte una serie de sencillos trucos con los que ahorrarás dinero para otros menesteres.
Por ejemplo, por hermosa que sea, no compres mucha ropa de recién nacido, ya que en pocos meses, y estando aún nueva, el bebé no podrá utilizarla porque habrá crecido. Es preferible comprarle poca ropa y muy buena, sobre todo si enganchas alguna rebaja, que lo demás te lo irán regalando, y al final el pequeño siempre necesita menos de lo que parece.
De la misma forma, cuando quieras ahorrar algo más de dinero, no podemos dejar de recomendarte que hagas el esfuerzo de comenzar a reunir el material para el bebé lo antes posible. Como tienes más de medio año entre que te enteras del embarazo y el nacimiento, podrás haber aprovechado tiempo de rebajas, regalos de familiares, y cesiones de otros, para no tener que gastar tanto de golpe posteriormente.
Luego, como se aplica a cualquier intento de ahorro en cualquier situación, te recomendamos que dejes de lado cualquier tipo de compra por impulso. Sucede que en ámbitos de bebés veremos cientos de productos hermosos realmente, y que nos encantarían para nuestros pequeños, pero que pueden ser poco útiles a largo plazo, y sobre los que no vamos a poder recuperar la inversión demasiado rápido.
Finalmente, el consejo primordial y que pocos padres suelen considerar tiene que ver con aceptar cosas prestadas y compras de segunda mano. Eso no quiere decir que quieras menos a tu hijo, sino que sabes distinguir cuando vale la pena hacer un gasto realmente fuerte, y cada pequeño ahorro ahora, podrá permitirte por ejemplo hacerle un dormitorio para cuando tenga su independencia.
