La boda puede ser uno de los momentos más especiales en la vida de una persona, pero la situación económica en España no da tampoco como para que los festejos se hagan sin mirar el bolsillo, y por eso es que vamos a repasar una serie de trucos y consejos que conviene que se tengan en cuenta a la hora de preparar uno de estos eventos, y así no tener inconvenientes financieros al comenzar nuestra vida en pareja formalmente.
Aunque no se crea, uno de los principales gastos que tienen las bodas es el vestido de la novia, y por eso en la medida de lo posible, adaptar el mismo puede ser una buena alternativa para ahorrar. El caso es que cualquier vestido de fiesta blanco puede ser confundido con uno de novia, y los primeros son mucho más económicos que los que han sido especialmente diseñados para este tipo de eventos.
A la hora de la comida, también puedes optar por algo mucho menos formal, como lo es el buffet, en lugar de servir la comida en una mesa con platos. Si crees que la primera opción es demasiado poco formal y no tiene nada que ver con la boda, debes pensar también en la posibilidad de hacer el festejo al mediodía en alguna quinta fuera de la ciudad, y no en una clásica recepción en un salón, como muchas personas estilan.
Piensa, por otro lado, que puedes ahorrar en el pastel de bodas. Aunque no lo creas, y por bello que se vea, cuando hay que comerlo sobra la mayoría del mismo y se termina tirando, o nos hace subir las calorías que bajamos para la boda. Por eso, puedes reemplazarlo por un bizcocho de utilería, que se ve igual de bien en las fotos, y consumir el postre que viene en el catering que has contratado.
Finalmente, una de las premisas básicas que debemos tener en cuenta cuando queremos ahorrar dinero de cara a una boda, tiene que ver directamente con dejar las emociones de lado. Por este motivo, es ideal que jamás vayamos con demasiado dinero a buscar o comprar cosas, y que si lo hacemos, llevemos un consejero de los que menos gastan en la familia, para tener una segunda opinión, más razonable.
