Bien entrados en el último trimestre del año, la crítica situación económica en Europa no muestra datos que inviten al optimismo.
Las últimas cifras publicadas muestran un nuevo récord inflacionario, que en el mes de octubre alcanzó el 10,6%, superando el 9,9% del mes de septiembre y que ha recibido impulso principalmente por el aumento en el precio de la energía.
Los países bálticos son los más perjudicados, con un dato en torno al 20%.
La guerra entre Rusia y Ucrania y la paridad euro dólar hace que importar productos en Europa resulte más caro. Sin embargo, cabe señalar que en las últimas semanas la fortaleza de la moneda única ha vuelto a dar señales de vida, alcanzando máximos que no se veían desde el mes de julio. No obstante, los expertos llaman a la prudencia, calificando esta subida como algo puntual y no descartan que la moneda única se deshinche de nuevo, situación que preocupa en extremo al BCE, puesto que, a pesar de que la debilidad del euro estimularía el comercio exterior, también favorecería el aumento de la inflación, el principal escollo al que se enfrenta la economía de la Eurozona.
Por otro lado, el dato positivo para España es que habría conseguido moderar la curva inflacionaria, revelando un descenso desde la cifra récord alcanzada en el mes de julio que mostraba un 10,8%, hasta el 7,3% del mes de octubre, como muestra el dato del IPC proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Entre las medidas que han logrado esta reducción en la inflación, destaca la rebaja en el precio del transporte, así como la de los impuestos tanto en la factura del gas como en la de la luz, cierto alivio que ya se percibe en la economía de los hogares. Y es que, según manifiesta el propio Gobierno, la excepción ibérica ha posibilitado el ahorro de alrededor de tres mil millones de euros.
A pesar de que el dato en España es notablemente mejor a la media europea, todos los ciudadanos estamos sufriendo en nuestros bolsillos las consecuencias de la guerra y del aumento de los precios de todos los bienes y servicios.
Gestionar las inversiones. Una necesidad.
Por ejemplo, los ahorradores, y los inversores en el mercado Forex en España, o cualquier otro mercado, tienen muy presentes todos estos factores para llevar a cabo las acciones pertinentes, deben considerar seriamente recibir asesoramiento -especialmente si desconocen el funcionamiento de los mercados- para realizar las mejores elecciones en el escenario de alta volatilidad que nos ocupa y teniendo en cuenta el perfil de riesgo de cada uno en la diversificación de las inversiones, además de estar muy pendientes del dato referente al IPC, dada la importancia que tiene para las carteras. También hay que tener en cuenta que en caso de que se realice trading online el apalancamiento implicará que el riesgo será mayor.
Por su parte, una adecuada planificación del ahorro permitirá superar con holgura la pérdida ocasionada por la inflación.
Alivio en los mercados estadounidenses
Lo cierto es que las cifras de la inflación actuales no se veían desde hace más de cuarenta años, tanto en Europa como en EEUU. Esta situación ha obligado a los bancos centrales a retirar los estímulos que estaban manteniendo a lo largo de los últimos años.
No obstante, el dato inflacionario estadounidense del mes de octubre ha sorprendido gratamente, puesto que, tanto el aumento de la inflación general como el de la subyacente ha sido más bajo de lo que inicialmente se preveía en su ritmo mensual y en su tasa interanual.
La reacción de alivio por parte de los mercados ante este dato se ha materializado registrando subidas tanto en el S&P500 como en el Nasdaq, en una tendencia que favoreció, a su vez, a las bolsas europeas y, en especial, al Dax alemán.
Sin embargo, a pesar del dato positivo, las presiones alcistas permanecen en algunos sectores clave -como el de servicios- además, de que el dato inflacionario se encuentra muy alejado del objetivo del 2% marcado por la FED, por lo que es poco probable que Powell modifique su hoja de ruta, a pesar de que algunos analistas apuestan por un fin próximo del ciclo de subidas de los tipos de interés.