En el libro “El hombre más rico de Babilonia” Arkad recibe el consejo de “págate a ti mismo primero” y solo este principio ponía en marcha el mecanismo de la riqueza, pudiendo con el tiempo invertir lo ahorrado, a parte evitar el despilfarro ya que el disminuir una décima parte de los ingresos deja una ligera sensación de “ya se me está yendo el dinero” produciendo una reacción psicológica que normalmente ayuda a evitar que te gastes el dinero con facilidad.
Quienes no tienen disciplina para ahorrar y son propensos a comprar cualquier cosa que se les ofrece tienen que hacer inaccesible el dinero de alguna forma, es común que si en este momento yo sacara todos mis ahorros y me voy a un mercado me gastaría en varias cosas que puede que ni necesite, pero lo hago porque tengo la oportunidad, cosa que no pasaría si pasara por el mercado pero sin un duro.
Hoy las tarjetas de crédito y debito hacen que manejemos casi todo nuestro dinero con facilidad logrando que lo gastemos con más regularidad que antes, por lo que un consejo sabio es no utilizar tarjetas de débito o crédito y limitar así nuestro poder adquisitivo para no acostumbrarnos a utilizarlo fácilmente.