Hay quienes e forma austera y extremista al decidirse a ahorrar empiezan a reducir los gastos, pero adivinen que es lo que más están dispuestos a cortar de forma tajante, sus recreaciones o entretenimientos, el problema con esto es que la mente humana esta diseñada para huir del dolor y buscar el placer, al cortar de forma drástica los entretenimientos y recreaciones se producirá un sentimiento de privación que hará que tu propia mente no te permita mantenerse así por mucho tiempo, sin embargo al mantener las distracciones de forma regular y empezar a tener unos pequeños ahorros los cuales de forma ideal deberían ir aumentando gradualmente, se tendrá con facilidad la implementación del ahorro como hábito a largo plazo, en otras palabras al desear ahorrar se ha de disminuir algunas distracciones pero nunca disminuirlas totalmente además de enfocarse en los beneficios de tener un ahorro, que es dinero que te puede socorrer en el futuro o que puede empezar a trabajar para ti.
Las dos grandes fuerzas motivadoras en la vida son el placer y el dolor, los deseos de ganar y el temor de perder pueden controlar la vida de una persona.