Con la llegada de la temporada navideña, las reuniones familiares y los encuentros para celebrar las fiestas aumentan en número y frecuencia. Sin embargo, esta época, que invita al intercambio de regalos, buenos deseos y momentos de cercanía, también se convierte en un período propenso a decisiones económicas y legales tomadas en un ambiente distendido y, a veces, sin la asesoría adecuada.
Gemma Cuena Gil, reconocida experta en fiscalidad y derecho laboral, advierte sobre los riesgos que implica laisserse llevar por consejos informales, típicos de estas fechas, y la tendencia a realizar gestos de buena voluntad que pueden acarrear complicaciones legales y fiscales. Desde premios de lotería compartidos sin la documentación necesaria hasta donaciones de dinero no declaradas, pasando por acuerdos verbales entre familiares que no se formalizan, muchas de estas prácticas, aunque parezcan inofensivas, pueden generar problemas en el futuro si no se gestionan correctamente.
La profesional señala que uno de los errores más comunes en estas fechas es la falta de formalización en las donaciones o premios. Por ejemplo, compartir un premio de lotería sin registrar adecuadamente la porción correspondiente puede derivar en obligaciones fiscales que, si no se cumplen a tiempo, resultan en sanciones o en la imposibilidad de justificar ciertos movimientos ante la autoridad tributaria. Lo mismo sucede con las donaciones familiares, que si no se declaran, pueden generar impuestos futuros o complicaciones legales en caso de disputas o revisiones.
Otra problemática frecuente surge en los acuerdos informales entre familiares, como préstamos o cesiones de bienes, que se confían a la buena fe, pero que podrían interpretarse de diferentes maneras ante la ley. Cuena Gil advierte que la intención no siempre basta, y que la normativa fiscal y legal se centra en los hechos concretos, no en los gestos de confianza. Por ello, recomienda siempre formalizar este tipo de transacciones mediante documentos adecuados para evitar malentendidos que puedan escalar en problemas mayores.
Además, la experta también menciona el aumento en las consultas relacionadas con decisiones laborales y empresariales tomadas en base a comentarios improvisados en reuniones familiares o de amistad. Estas decisiones pueden afectar tanto a autónomos como a pequeños empresarios, especialmente en aspectos relacionados con la contratación, contratos o gestiones fiscales, generando dificultades que podrían haberse evitado con un asesoramiento profesional previo.
Para concienciar sobre estos riesgos, Cuena Gil ha publicado el libro «No te fíes del cuñado», un recurso práctico que busca educar y alertar a las personas sobre los errores más frecuentes en materia fiscal, contable y laboral en un tono cercano y fundamentado. La obra propone ejemplos cotidianos y reflexiones útiles para reconocer situaciones de riesgo y actuar respetando la normativa vigente.
La recomendación es clara: disfrutemos de las fiestas, intercambiemos regalos, compartamos momentos especiales, pero sin descuidar la importancia de contar con un asesoramiento adecuado para las decisiones que puedan tener implicaciones fiscales o legales a largo plazo. La confianza en la familia no sustituye el conocimiento técnico necesario para evitar problemas y asegurar que las buenas intenciones no se conviertan en complicaciones futuras.
Con una carrera de más de 25 años dedicada a asesorar a autónomos y empresarios, Cuena Gil se ha consolidado como una voz respetada que promueve un enfoque claro, humano y accesible de la gestión fiscal y laboral. Su mensaje para estos días es que la prudencia y la formalidad son clave para mantener la tranquilidad y la seguridad en un período que, aunque festivo, requiere también responsabilidad en la gestión económica y legal.








