La falta de dinero cambia la alimentación de las familias españolas

Eurosss

La gran mayoría de los españoles hemos dejado de ser los mismos. Por lo general hemos cambiado nuestro modo de comprar y nuestro modo de consumir en general. Lo hemos hecho por un lado porque los sueldos han caído, y por otro, porque los impuestos y el coste de la vida ha subido de manera indiscriminada. Así, con una nómina que no da para lo que daba antes y con el problema del desempleo en casi todos los núcleos familiares por uno u otro miembro, en el supermercado, que es algo básico, ya no compramos como antes.

Es más, actualmente, los españoles renunciamos a la carne mucho más que en otras épocas. Ahora cuándo vamos a hacer la compra, priman los productos de primera necesidad, que suelen ser los más económicos, y las proteínas de la carne las solemos cambiar por  productos más baratos de la misma categoría; por ejemplo apenas compramos ternera y la sustituimos por el pollo o el cerdo; o por preparados que nos salen más económicos, como salchichas o embutidos.

Sin embargo, no solo en la carne nos privamos ahora los españoles en la mesa. En las fechas clave, como estas Navidades, nuestros menús han cambiado los productos frescos por los congelados comprados antes de las fechas, para evitar precisamente sus subidas. Nos quitamos también de productos más exóticos, que por lo general son mucho más caros que el producto nacional.

También hemos cambiado el aceite de oliva por otros productos de menor calidad y más económicos, y por supuesto, nos quedamos con las marcas blancas que son más de un 30% más económicas que las de marcas de toda la vida.

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