El ahorro familiar de la domótica y la inmótica

En la actualidad hay dos conceptos como domótica e inmótica que, en ocasiones, se confunden y se toman como sinónimos. Pese a que ambos están íntimamente relacionados, no se deben asumir como dos formas de hacer referencia a una misma realidad.

Por inmótica entendemos la automatización de edificios con el objetivo de conseguir hacerlos más eficientes, accesibles y reducir sus consumos energéticos globales. La domótica, por otra parte, se define como la automatización de viviendas. Es decir, mismo concepto, pero aplicado a hogares unifamiliares.

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En lo que respecta a la inmótica, el control de la iluminación de un bloque de edificios, de manera que se programe en función de las horas de luz y la orientación del sol, o la climatización puede favorecer un recorte global del consumo en un bloque de edificios residencial de entre el 35 y el 40%.

Pero la inmótica también permite una reducción global en gastos relacionados con la seguridad, ya que permite monitorizar toda la actividad en zonas comunes y exteriores del edificio.

Menor gasto unitario familiar

En el apartado de la domótica, el control exhaustivo de los consumos puede llegar a ser todavía más apreciable. Empresas del sector como Vendomótica cifran hasta en un 50% los ahorros que se pueden conseguir en el capítulo de la climatización y del 70% en iluminación. Esta firma alienta a entidades de la administración y usuarios particulares a comenzar a apostar por este tipo de herramientas de control y automatización.

De acuerdo con los informes del Ministerio de Industria, Turismo, Comercio, los pisos y hogares que favorecen la instalación de equipos de control inmótico y domótico reciben una ayuda esencial a la hora de hacer cuadrar los presupuestos globales. En este sentido, los hogares y las familias gastan de media unos 900 euros anuales en energía. Electrodomésticos, climatización y agua caliente son las partidas que una mayor ‘porción’ del presupuesto familiar engullen anualmente.

Por ejemplo, desde el IDEA se afirma que la instalación de sistemas de gestión domótica permiten, para una habitación de unos 20 m2 ubicada en una vivienda española estándar, puede generar más de un 25% de ahorro energético. Y es que si la sociedad actual sigue al ritmo de gasto energético que desarrolla hoy en día, sólo tardará 35 años en duplicar el consumo y 55 en triplicarlo.

Sólo las familias y los hogares españoles consumen ya la tercera parte de la energía del país. Reduciendo de manera significativa (mediante la inmótica y la domótica, por ejemplo) el gasto energético familiar se puede contribuir a minimizar la factura energética nacional y, del mismo modo, bajar las emisiones realizadas a la atmósfera y que contribuyen al calentamiento global.

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