Comida caducada más barata: nueva solución a la crisis griega

Cuándo hablábamos del hambre en el mundo, a todos nos venía la idea de los pobres niños de muchos países subdesarrollados de África. Niños que eran protagonistas de campañas en las que se nos pedía ser solidarios, y ayudarles con cosas tan simbólicas como un euro al día. Sin embargo, esos tiempos quedaron en el pasado, y para encontrar el hambre ya no hay ni que salir de España. Son cientos las personas que salen a buscar comida en los contenedores, porque esta crisis ha hecho crecer las desigualdades, ha creado pobreza, y sobre todo nos ha hecho recordar que hay cosas que nos están pasando que jamás creímos volveríamos a vivir.

supermercados

Pero lo que más me sorprende no es que los políticos, que al final son los que tienen en su poder cambiar las cosas no hagan nada, lo que me sorprende, es que se haga justo lo contrario. Porque por mucho que en los informativos le hayan dado la vuelta al tema, la medida tomada por Grecia de vender la comida caducada más barata me ha parecido aberrante.

O sea, que ahora dejamos la salud a un lado, con tal de que la gente proteste menos. Porque de eso se trata. NO se trata de combatir el hambre, de hacer que la gente tenga un futuro, o de buscarle un trabajo a los tantos que no lo tienen y por eso pasan por estas situaciones. Se trata de tapar el sol con un dedo, o de poner una tirita a una operación a corazón abierto. Y así, no se solucionan las cosas.

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