Las personas a menudo nos concentramos más en el medio y nos olvidamos del fin, tanto así que muchos buscando algo a veces pierden el sentido de lo que querían, típico es el caso de alguien que busca casarse, pero quería casarse por el sentimiento de compañerismo y conexión emocional que asocia al matrimonio, sin embargo el matrimonio no conlleva automáticamente a ello, queremos el dinero por lo que creemos que puede significar en nuestras vidas, más libertad, mejores oportunidades, muchos sienten o creen que más dinero automáticamente les llevará a un mejor matrimonio y a una mejor relación con sus hijos; sin embargo puede que al conseguir el doble o triple de dinero que ganaba ni tenga un mejor matrimonio y empeore la situación con sus hijos, la moraleja es sencilla «al enfocarnos mucho en conseguir el medio nos olvidamos de encaminarlo al fin deseado», por eso es importante tener claro para que quieres el dinero y asegurarse de encaminarlo a ese fin, la claridad es poder, de lo contrario puede suceder que al obtener más dinero termines no obteniendo nada de lo que en realidad creías que obtendrías de el.
