España se ha posicionado como uno de los países europeos donde el interés por la aerotermia crece con mayor rapidez. Esta tecnología, capaz de generar ahorros del 50 % al 80 % en calefacción según el tipo de vivienda, gana protagonismo, aunque su implementación avanza a un ritmo mucho más lento que en otros países europeos. El motivo, según viene alertando el sector, es claro: existe una notable falta de instaladores especializados y de herramientas digitales que permitan impulsar la adopción de esta solución al ritmo que exige la transición energética.
La Unión Europea ha marcado como objetivo la eliminación progresiva de las calderas de gas y diésel en los hogares para 2035. Sin embargo, sin una capacidad de instalación más amplia y mejor coordinada, España quedará lejos de las metas fijadas. Actualmente, el freno no está en la tecnología, sino en la ausencia de procesos digitalizados que faciliten la coordinación entre empresas, técnicos y distribuidores en un mercado que crece más rápido que su infraestructura.
En este escenario, la empresa madrileña Nido ha creado una plataforma que digitaliza y automatiza las fases de diseño, planificación y ejecución de proyectos de aerotermia, con el objetivo de multiplicar la capacidad operativa del sector. “La falta de instaladores cualificados es el mayor freno para que la aerotermia llegue a más hogares”, señala Julien Poitout, CEO de Nido. “Si queremos alcanzar los objetivos europeos, necesitamos crecer. Y la única forma de hacerlo es mediante la digitalización”.
Un software que simplifica y escala la instalación de aerotermia
La herramienta desarrollada por Nido permite digitalizar todo el proceso, desde el diseño técnico y la oferta comercial hasta la legalización del proyecto. Su nueva versión incorpora mayor flexibilidad, de modo que los usuarios pueden ajustar los parámetros técnicos y de marketing a sus necesidades e integrar en sus flujos de trabajo sin dificultad.
Entre sus innovaciones se destacan avances que traducen la tecnología en eficiencia real para el mercado. Su módulo de realidad aumentada permite al cliente visualizar cómo quedará la instalación antes de probarla, reduciendo la indecisión y aumentando las tasas de conversión. La inteligencia artificial integrada en la plataforma automatiza la entrada de datos y la resolución de dudas técnicas, lo que disminuye las horas de estudio previo y permite a las empresas vender más y más rápido. Además, el uso de modelado 3D (BIM) guía la instalación con precisión milimétrica, minimizando errores en obra y, con ello, los costes de corrección y el tiempo total de ejecución.
Gracias a la automatización del diseño, la gestión y el soporte técnico, las empresas instaladoras que utilizan la plataforma pueden ejecutar más proyectos en menos tiempo, reduciendo costes operativos y mejorando la calidad del servicio. Este modelo permite que el mercado de la aerotermia crezca al ritmo de la demanda sin depender de la expansión de grandes estructuras internas.
Un mercado en auge con un cuello de botella técnico
Aunque la aerotermia ha ganado visibilidad en Europa, el sector atraviesa una fase de ajuste. Según el último informe de la European Heat Pump Association (EHPA), las ventas de bombas de calor cayeron un 22 % en 2024 en el conjunto del continente y un 30 % en España. Sin embargo, esta caída no refleja falta de demanda, sino incapacidad de oferta: muchas empresas instaladoras tienen carteras llenas de proyectos paralizados por falta de técnicos disponibles.
Nido propone resolverlo a través de su marketplace, que conecta empresas que venden aerotermia con instaladores certificados. De esta forma, las compañías pueden ejecutar proyectos sin necesidad de disponer de un departamento técnico propio y los profesionales acceden a nuevos encargos ya confirmados.
Desde su creación, Nido ha facilitado más de 400 instalaciones de aerotermia en 12 comunidades autónomas, evitando la emisión de 1.500 toneladas de CO₂, el equivalente a retirar 500 vehículos de la circulación. Con ello, la compañía avanza en su propósito de democratizar la energía limpia en el ámbito residencial, permitiendo que más hogares accedan a sistemas de climatización sostenibles y que la transición energética deje de depender únicamente de grandes operadores.

