Una de las mejores maneras de ahorrar dinero es no gastarlo en cosas que además son perjudiciales para nuestra salud. Por eso, la conjunción de ahorro con cuidado de nuestro cuerpo puede ser un estímulo compartido que a la larga trae más de una buena noticia.
Existen muchas maneras de combinar estos dos objetivos, aunque el más común y mejor para nosotros a corto y largo plazo es el intento de abandonar los vicios como el cigarrillo y atesorar el dinero. ¿Cómo? Juntando los billetes que iban destinado a los paquetes al día. De esta manera, a corto plazo verán que cuidar la salud ayuda a llevar un mejor nivel de vida, pero también a controlar de otra manera la economía familiar.
Cada vez que tengamos el dinero de las cajetillas, lo ideal es guardarlo en algún lugar seguro. Al cabo de diez días, por ejemplo, verán que habrá un dinero extra que antes no existía en nuestro bolsillo, para poder disfrutarlo mejor o, en todo caso, continuar con el ahorro.