El acceso al crédito, históricamente restringido a quienes cumplen una serie de requisitos, está comenzando a transformarse gracias a iniciativas como Creditando. Este cambio busca romper las barreras que han mantenido a trabajadores autónomos, jóvenes sin historial crediticio y otros grupos en una situación de exclusión financiera. Para muchos, la imposibilidad de obtener un préstamo resulta en una frustración constante, un ciclo que dificulta tanto la posibilidad de construir un buen historial crediticio como la de mejorar su calidad de vida.
Las plataformas de financiación alternativa están utilizando tecnología e implementando criterios de evaluación más flexibles. Esto permite evaluar a los solicitantes de crédito a partir de una visión más completa de su situación financiera, en lugar de limitarse a los estándares tradicionales bien establecidos. Este nuevo enfoque puede representar la diferencia entre conseguir lo necesario para continuar con un proyecto empresarial o hacer frente a una emergencia económica.
El modelo tradicional, que se basa casi exclusivamente en el historial crediticio y en ingresos documentados, deja fuera a una gran parte de la población. Trabajadores autónomos, con ingresos variables, y los jóvenes que recién incursionan en el mundo laboral se encuentran especialmente perjudicados, así como aquellos que han experimentado un problema financiero puntual en el pasado. Con el nuevo modelo, plataformas como Creditando analizan el comportamiento financiero de los solicitantes, así como otros factores relevantes que permiten una evaluación más justa y matizada.
Al proporcionar acceso a financiación a quienes históricamente han sido excluidos, se contribuye no solo a la inclusión financiera, sino también a la mitigación de desigualdades sociales. Un pequeño préstamo puede ser decisivo para un trabajador que necesite herramientas para mejorar su desempeño, o para un emprendedor que busca iniciar un nuevo negocio. Este enfoque, que ve el crédito como una oportunidad y no como un riesgo, promueve un ciclo de crecimiento y desarrollo personal y profesional.
Sin embargo, democratizar el acceso a la financiación no significa conceder créditos de manera irresponsable. Las plataformas deben asegurarse de llevar a cabo evaluaciones meticulosas. Aquí es donde la tecnología desempeña un papel crucial: la inteligencia artificial permite analizar grandes volúmenes de datos en un corto período, facilitando la identificación de buenos pagadores que no se ajustarían a los criterios tradicionales, al mismo tiempo que se detectan riesgos ocultos.
La combinación de tecnología y un equipo humano es fundamental para el éxito del modelo. Así, se garantiza una revisión cuidadosa de cada caso y se mantiene un enfoque en el bienestar de los usuarios.
La tendencia hacia un modelo de inclusión financiera es un reto y una oportunidad que el sector debe aprovechar. Creditando y otras plataformas similares están abriendo un camino hacia un futuro donde el acceso al crédito no sea un privilegio, sino un derecho para todos. Este cambio promete no solo mejorar las oportunidades económicas de muchas personas, sino también contribuir a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.







