Parece que tenemos un año muy duro por delante. Los que ya terminaron sus carreras, creo que por primera vez van a echar un suspiro de alivio, porque la que viene es una subida de impuestos en las matrículas universitarias que podría dar el batacazo a los que siempre tienen pocos recursos: los estudiantes.
Desde el gobierno se plantean aumentar un 50% el coste de la matrícula universitaria, lo que haría que un estudiante pagase de media entre 1300 y 1500 euros al año por hacer una carrera, mientras que por ahora se pagaban 900 euros.
Y aunque puede que el sistema educativo español ya no fuese de los mejores, y que el informe PISA europeo siempre nos dejase a la cola de Europa, con estos precios muchos van a ser ya no solo los que no puedan disponer de una educación universitaria a la altura de la europea, si no también una educación gratuita, o al menos asequible. Y si a los gastos que pueden suponer para una familia en paro de 1500 euros al año le suman el gasto de poder vivir en una ciudad distinta a la de procedencia, que es lo más normal, las cuentas no salen y los hijos van a verse privados de una educación superior.
Por el momento, la medida de subir las tasas universitarias al 50% no se ha aprobado pero sería el enésimo batacazo a las familias.
